El peruano Herbert Oshiro Kobayashi (40), quien fue detenido el pasado 9 de septiembre, bajo la sospecha de prenderle fuego a un colchón en el conjunto habitacional Homi Danchi en la ciudad de Toyota, prefectura de Aichi, fue puesto en libertad esta mañana «por falta de pruebas».
Según fuentes cercanas al caso, la policía japonesa carecía de evidencias fehacientes para probar la responsabilidad Oshiro, quien ha afirmado que es absolutamente inocente.
Las autoridades japonesas le atribuyeron en principio el incendio de un colchón abandonado en la zona de basura de dicho conjunto habitacional ocurrido el 8 de agosto de este año, pero las fotografías y vídeos presentados como prueba no demostraron la culpabilidad del hombre.
Cuando el tiempo legal para la detención preventiva de Oshiro llegaba al límite, la policía amplió su acusación para intentar responsabilizándolo de otros 5 casos parecidos ocurridos en la misma localidad.
En el interrogatorio, la policía aseguró a Oshiro haber descubierto su ADN en una botella de plástico con kerosene que fue hallado en el quinto piso del edificio donde vive y que habría sido utilizado para provocar al menos un incendio.
Sin embargo, la supuesta nueva prueba presentada no prosperó y hoy, 39 días después de su detención, el peruano fue puesto en libertad. No obstante, la policía japonesa no ha cerrado el caso y sigue sus investigaciones.
De no probar definitivamente sus sospechas, éste sería el segundo error de la policía japonesa con la familia de Oshiro. El otro tema es el brutal golpe que su madre, Alicia Kobayashi, recibió en la cara de parte de un agente de policía durante el allanamiento de la casa de la señora minutos después de la detención de su hijo, quien vive en un apartamento cercano.
Los policías ingresaron a la vivienda de Alicia «sin ningún papel», es decir sin orden judicial, y ella estudia ahora abrir un proceso por abuso de autoridad. (Súper Tokio Radio)