Shoji Morimoto se ha convertido en todo un personaje en menos de un año y lo más impresionante es que lo ha conseguido sin hacer nada. En Japón es conocido como「なんもしない人 Nanmo shinai hito」que literalmente significa «persona que no hace nada».
Así es, como lo lee. Todo empezó el 2 de junio del año pasado cuando Morimoto escribió en su cuenta de Twitter: «Me ofrezco en alquiler, soy una persona que no hace nada. Le cuesta entrar solo a una tienda?, le falta un jugador en su equipo? Necesita a alguien que le separe un sitio para hacer hanami? Además, aparte de hacer cosas fáciles, no puedo hacer nada más. Sólo pague el transporte y la comida (si es la hora de comer)».
A partir de ese día Morimoto ha sido alquilado por más de mil personas. Al cierre de este artículo su cuenta en twitter ya tenía 196.898 seguidores y seguía subiendo.
Su trabajo, aparte de no hacer nada, ha sido realmente variado. Sostenerle un globo a un cliente para que se tome una foto para Instagram, acompañar a una mujer en un evento de lucha libre y a otra en la hora del almuerzo o pasear por el parque con una chica que deseaba cazar mariposas y subirse a un árbol, hasta vigilar a un cliente para que estudie de verdad, etc.
Morimoto tiene 35 años, es casado, es padre de un niño y no tiene empleo. Cuando empezó con excentricidad de «alquilarse» sin ganar salario la primera preocupada fue su esposa. Ella cree que cualquiera de estos días su esposo volverá a trabajar como antes y mientras tanto viven de sus ahorros.
Morimoto no duraba mucho en sus empleos porque les parecía tan metódicos como aburridos y por su particular entendimiento de la utilidad del ser humano.
Pensaba que las personas que tienen alguna habilidad la deberían desarrollar y las que no, incluso si no supieran hacer nada….no era necesario que hicieran algo. «No hacer nada no significa que una persona no sea necesaria», ha dicho en una entrevista.
Mucha gente alquila a Morimoto sólo porque necesita la presencia de alguien a su lado. Para apenas ser escuchado o acompañado en una cena, en una caminata o en cualquier actividad de la vida diaria. En suma, se ha convertido en una persona curiosamente útil.
Los comentarios de sus clientes reflejan esa satisfacción: «él está aquí, a mi lado y eso, es más que suficiente», dijo alguien que lo rentó. (Súper Tokio Radio)