La selección de Uruguay aterrizó hoy en la ciudad rusa de Nizhni Nóvgorod con el barcelonista Luis Suárez a la cabeza y con la mente puesta en el debut el 15 de junio ante la Egipto de Salah.
Después de más de 12 horas de vuelo el equipo charrúa llegó a la ciudad bañada por el río Volga ondeando la bandera nacional ante la emoción de varios cientos de aficionados que les esperaban en el aeropuerto.
Los uruguayos se concentrarán en el Centro Deportivo Borski a las afueras de Nizhni Nóvgorod, un lugar alejado del bullicio y con dos campos de entrenamiento en perfecto estado de revista.
Ahora, el equipo dirigido por Óscar Tabárez tendrá varios días para preparar el partido ante los egipcios de Héctor Cúper, que el propio Suárez advirtió que será un rival «duro», aunque Salah aún no está plenamente recuperado de su lesión.
La celeste se despidió de su público el pasado jueves al derrotar en Montevideo a Uzbekistán (3-0), partido en el que Suárez dio un buen susto al sufrir una dura entrada.
Marcaron De Arrascaeta, el propio Suárez de penalti y el zaguero del Atlético de Madrid, José María Giménez, pareja de Godín tanto en el centro de la defensa como en el equipo español.
Uruguay, que tendrá que viajar a la capital de los Urales, Yekaterimburgo, para enfrentarse a los egipcios, se medirá en el segundo partido el día 20 a Arabia Saudí y cerrará su participación en la fase de grupos ante el anfitrión, Rusia, el 25 de junio.